¿Alguna vez te has preguntado por qué a veces nos cuesta tanto decir lo que sentimos, incluso a las personas que más queremos? Yo sí, y cada día estoy más convencida de que expresar nuestros sentimientos sin pudor es uno de los mayores regalos que podemos dar y recibir.
Durante mucho tiempo, sentí cierta vergüenza o miedo al mostrar mis emociones.
Pensaba que decir “te quiero” o “te extraño” podía sonar cursi o innecesario, sobre todo en la rutina diaria. Pero la vida, con sus vueltas inesperadas, me ha enseñado que nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para recordarle a los nuestros cuánto los amamos.
Hoy, no me guardo un “te quiero”.
Se lo digo a mi familia cada vez que tengo oportunidad, aunque sea en medio de un día caótico o justo antes de dormir. Porque he aprendido que esas palabras, aunque parezcan simples, tienen el poder de transformar un mal día, de sanar heridas invisibles y de fortalecer lazos que a veces damos por sentados.
Mostrar nuestros sentimientos no nos hace débiles, nos hace humanos. Nos conecta, nos acerca y nos recuerda que el amor, cuando se expresa, crece y se multiplica.
Así que te invito a que no te guardes nada. Dile a los tuyos lo importantes que son para ti, hoy y cada día. No esperes a que sea tarde, porque el amor, cuando se dice en voz alta, deja huella.
¿Y tú, sueles decir “te quiero” a los de casa? Cuéntamelo en los comentarios, ¡me encantaría leerte!
#AmorSinFiltros #ExpresarSentimientos #TeQuiero #Familia #VidaConSentido #Emociones #CrecimientoPersonal #MerakiMoments